viernes, 8 de julio de 2016

Libros y más libros

En esta entrada, voy a hablar de una parte importante de mi trabajo que es el diseño de catálogos de exposiciones.

En primer lugar, debo decir como amante del arte, me encanta que me lleguen encargos de catálogos de exposiciones. Es un mundo en el que puedes dar rienda suelta a la imaginación y explorar los própios límites, siempre dentro del concepto del artista y respetando su estética.
A simple vista puede parecer fácil la realización de los elementos que componen la publicidad de una exposición: (catálogos, banderolas, invitaciones...) pero en realidad, no se trata de la repetición de un elemento atractivo de forma más o menos estética, sino de que tu trabajo sirva como puente para llegar más rápido al espectador. Para mi, lo más complicado es que se muestre el trabajo del artista lo mejor posible, tienes que ser su altavoz. Por eso hay que reunirse con los artistas o con el comisario de la exposición, para que te aclaren bien los diferentes aspectos de su obra, lo que quieren transmitir, gustos, preferencias, etc. También resulta de utilidad, la lectura de los textos que componen el catálogo, pues la visión de los críticos que escriben suele abrirte otros puntos de vista de la obra que quizá en un primer momento no habías contemplado.
Una vez que tienes claro el concepto queda reflejarlo en el diseño, elegir el papel, las tintas, si llevará efectos especiales, el formato, la encuadernación y un sinfín de detalles que hacen que cuando llegues a tenerlo en las manos te parezca algo único.

En el caso de la exposición "Multiverso, Más allá del silencio" celebrada en el Museo de Bellas Artes de Murcia, se exponía la obra de dos artistas; José Carlos Ñiguez y Enrique Navarro Carretero. El primero es fotógrafo y el segundo pintor, ambos comparten la abstracción como forma de expresión, pero en dos lenguajes diferentes aunque consiguiendo efectos similares. El reto del catálogo estaba en mostrar a cada uno individualmente, pero de forma conjunta. Decidí realizar dos catálogos similares que formaran parte del mismo "universo" y que tuviesen la misma estética. El nexo de los dos era una camisa que los contuviese.




Cada artista tendría su catálogo individual, pero al mismo tiempo, al poner ambos catálogos juntos, uno encima del otro y verlos de forma conjunta, reflejarían el concepto de multiversalidad que querían expresar los artistas con su obra.