lunes, 19 de diciembre de 2016

Pinta la navidad

Recientemente he estado ocupada trabajando en un par de dípticos que me encargó el Servicio de Museos y Exposiciones de la Comunidad Autónoma de Murcia. Se trataba de dos dípticos para el concurso infantil de pintura "Pinta la navidad" que convocan el MUBAM y el MURAM.

Como se trataba de hacer un cartel para un concurso infantil, lo lógico era que los protagonistas fueran los niños.





Tras varias pruebas, haciendo bocetos, finalmente, la protagonista del cartel fue la niña que podéis ver más abajo.





Una vez elegida la protagonista, había que dar con los colores adecuados. Colores divertidos de acuerdo a este tiempo y al carácter de la actividad. Además, para darle un toque de realismo, decidí aplicar texturas al conjunto. ¿Quien no ha llevado un abrigo así de niño?



En fin, si os animáis a que participen los niños de vuestro entorno, ya sabéis donde podéis encontrar el formulario de inscripción.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Van tres reyes a adorar

Como muchos saben, la música es una las actividades que ocupa gran parte de mi tiempo libre. Desde hace muchos años, cada fin de semana ensayo con el coro al que pertenezco, Ars Mvsica. Es un grupo de música antigua, para los profanos, música del Renacimiento. En cada concierto me encargo de realizar los carteles. Es algo que me encanta hacer, porque me siento libre 100%, eso me permite explorar diversos recursos que en otros trabajos, con tiempos más ajustados, no puedo realizar. Otro de los motivos por los que disfruto diseñándolos, es porque conozco la música que va a ir a concierto, pues al estar trabajándola en los ensayos, tengo el sentimiento general que emanan las piezas, por lo que es más fácil sintetizarlo en una imagen y llevarlo al papel, que si no supiese bien de qué va el tema.

Lo que me gusta de esta música es su pureza y espiritualidad, las voces se entremezclan y se alternan creando acordes mágicos y sorprendentes que parecen elevarse hacia el cielo en una plegaria donde el sentimiento está a flor de piel. Es precisamente esa espiritualidad la que pretendo reflejar en el papel.

Al tratarse del concierto de navidad, me quise alejar de las clásicas luces que ya había utilizado otros años. Pensé en algo más íntimo, que nos llevase al origen cristiano de la navidad, donde al igual que los reyes magos, cada uno debe emprender su camino por la soledad del desierto, entre las tinieblas, para poder llegar a conocer la luz de Dios. Por eso quise representar a los reyes magos como simples viajeros, que avanzan por el desierto siguiendo la estrella, iluminados por el firmamento.

Para hacer la imagen, utilicé algunas partes de estas fotografías como base para, retocar, dibujar y hacer que todo tuviese el sentido que yo quería darle.






Después de algunas horas de retoque y de pruebas de iluminación, resolví que la luz ténue de la luna, debía caer sobre la parte inferior derecha resaltando sutilmente la silueta de los reyes. Y el fondo quedaría a oscuras para dar mayor sensación de realismo.


Una vez concluída la imagen, solo quedaba colocar el texto en el lugar que pudiese acaparar mayor atención; la parte superior central, justo en el centro del triángulo formado por la luna, la estrella y los reyes.Y este fue el resultado, espero que os guste.


martes, 6 de diciembre de 2016

Las tramas esquivas

El año pasado, me encargaron la portada de un ensayo "Las tramas esquivas. Borges, Bioy Casares y la literatura policial". En el encargo se me especificaba que fuese evidente la imaginería a la que Borges solía hacer alusión en sus obras como el tigre, el laberinto, los elementos ligados a la geografía y el espacio, como las brújulas, etc.


Dándole vueltas a las condiciones que tenía en el encargo realicé varias propuestas:
En la primera se mostraría la silueta de Borges y la de Bioy Casares hablando en los pasillos de una biblioteca. La biblioteca es un lugar de conocimiento, elemento clave en las obras de ambos autores, por lo que me pareció adecuado que sirviese como marco para la conversación entre ellos. 
Para desarrollarla, me basé en la fotografía de una biblioteca, dibujándola vectorialmente en Indesign. Las siluetas, están dibujadas también vectorialmente para ofrecer un aspecto limpio en el que los conceptos se vean a primera vista.

La siguiente idea fue la utilización del laberinto como elemento a desentramar, como símbolo de lo incierto, que representa, para Borges la idea de universo caótico, donde el hombre está en contínua búsqueda del orden y donde se siente perdido. Teniendo en cuenta, que debía hablar también de alguna manera de la literatura policiaca, se me ocurrió relacionar las huellas dactilares con el laberinto. Para que fuese más evidente, añadí la imagen de la lupa que acercaba la imagen de la huella. 


Para llevarla acabo, primero realicé un dibujo de un laberinto en perspectiva con forma ovalada para simular una huella. Después le apliqué color con pastel para que se viese la textura del papel. 
Más tarde, digitalicé la imagen del laberinto y la traté con photoshop, para colocarle la sombra, y  adaptarla a los colores de la colección, azul metalizado, negro y gris.

Posteriormente, dibujé vectorialmente la imagen de la lupa. Para hacer el efecto lupa, solo tuve que copiar la imagen de fondo, ampliarla, y pegarla dentro de la lupa.



Finalmente, coloqué la silueta de ambos personajes en el centro del laberinto, como si estuviesen atrapados buscando la salida y el sentido de su propia existencia, también sugiere la idea de búsqueda de la verdad en la resolución de un crimen. (Esta fue la propuesta seleccionada)



En la otra idea, jugaba con la imagen del tigre que sugiere, parafraseando al própio Borges: "Los animales no tienen tiempo, viven la eternidad del instante, es decir, viven el momento, sin memoria del pasado, sin conciencia del porvenir ni de la muerte. El tiempo es propio de los hombres y no de los animales". Por eso el tigre no tiene contorno, se ve únicamente por el dibujo de sus rayas lo que le aporta un carácter intangible, de invisibilidad y visibilidad al mismo tiempo. Como si esa eternidad y la vivencia del instante, fuesen inabarcables para el hombre.






sábado, 26 de noviembre de 2016

Héroes vs Villanos.

Tras pasar las últimas semanas renovando mi web personal y mi porfolio, empecé a promocionar mis últimos trabajos entre los clientes más fieles así como en busca de algunos nuevos. A los que ya te conocen poco hay que explicarles, ya que tu trabajo te avala. Sin embargo, con aquellos que no te conocen o que nunca han requerido los servicios de un diseñador es a veces complicado explicar cuánto puede mejorar su idea o su producto cuando interviene la mano de uno.

¿Cómo explicar esto? Imagina que te regalan algo y en lugar de buscar un papel de regalo para envolverlo, lo han envuelto en papel de periódico. El regalo puede ser que te guste porque siempre habrá quien te diga que lo importante es lo que hay bajo el papel. Yo afirmo que eso es un error. En mi caso, como en el de muchos, siempre recordaré que el regalo venía envuelto en hojas de periódico.

Mucha gente se esfuerza en buscar lo mejor para su negocio. En el caso de comercios, el mejor producto. En el caso de un restaurante, la mejor comida. Y si ya hablamos de libros... ¿Cuántas veces hemos entrado a un local por su decoración o por el rótulo de la puerta? ¿Y cuántas veces hemos comprado un libro por su portada? Creedme si os digo que todo entra por el ojo y ahí es donde los diseñadores podemos ayudar y mucho porque somos capaces de crear un atajo hacia el éxito de tu idea que va a ahorrar mucho tiempo y dinero. Pero claro, aquí tropezamos con la última palabra: dinero.

Muchos clientes no entienden que un cartel que tenga una composición equilibrada, una tipografía adecuada o una ilustración propia y no sacada de Google imágenes (con el peligro que conlleva violar los derechos de autor de la imagen) valga el precio que vale. Cuando hablas con un cliente, siempre corres el peligro de que aparezca alguien que le diga "Eso lo hace mi cuñado que sabe photoshop y dibuja que no veas. Se lo digo y te ahorras un pico" O también puede pasar lo que es peor: que lo haga él mismo, pensando que un profesional le va a cobrar un potosí por algo que es juntar cuatro letras en Powerpoint. Sin embargo, no saben que los diseñadores nos adaptamos al cliente y al negocio, dándoles una gran cantidad de opciones, adaptadas a todos los bolsillos.

Pero bueno, lo mejor es poner un ejemplo. Éste sería el resultado cuando interviene la mano del cuñado que sabe Photoshop:


Así es cómo queda en manos de un profesional:


Y ésta es la imagen de un cliente cuando ve el resultado:




sábado, 15 de octubre de 2016

Lecciones para la vida

Hace unos cuantos meses me inscribí en el curso de Pintura al agua que organizaba la Fundación Pedro Cano, y que impartía el mismo Pedro Cano, gran pintor figurativo murciano de fama internacional, que vive a entre Blanca (Murcia) e Italia. Aunque creo que sobran presentaciones, Pedro Cano es académico de número por la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca de Murcia y recientemente galardonado con la medalla de oro de la Región de Murcia, como reconocimiento a su extensa carrera.

Al ser un curso que solo se ofrece una vez al año, en primavera, y por estar impartido por un pintor de su importancia, el número de solicitudes suele ser bastante alto, por lo que la organización realiza una estricta selección de los alumnos. La prueba de selección consistía en el envío de la solicitud de inscripción al curso, junto con un currículum artístico y un par de obras pictóricas, en acuarela u otras técnicas (ya que muchos de los alumnos no habían tocado esta técnica anteriormente). Presenté dos acuarelas que realicé hace unos meses, ya que he estado tratando de recuperar la pintura entre encargo y encargo, como ya os expliqué.

Al cabo de 15 días me llegó por email la buena noticia que estaba esperando: me habían admitido en el curso. Los días previos, entre nervios, los dediqué a preparar todo lo necesario para el curso: papel, acuarelas, pinceles, caballete, tablero, etc. Hasta que por fin, llegó el día. Nos habían citado en la sede de la fundación a primera hora. Como primera anécdota, comentaré que llegué la primera y bajé del coche todos los materiales que pensaba que serían indispensables. Nada más llamar a la puerta me abrió el mismo Pedro Cano y se presentó. Como primera impresión, he de decir que para ser una persona con tantísima fama, me abrumó su amabilidad y cercanía. 

Mientras iban llegando el resto de compañeros, aproveché para echar un vistazo en el edificio de la Fundación. Era un edificio diáfano, con amplios salones bañados por la inmensa luz que entraba por las paredes de cristal.  En cada planta había grandes cuadros de Pedro Cano, así como cuadernos de bocetos.  Poco a poco,  fueron llegando los alumnos. Gente de todas partes de España y también de Italia. Y gente de diferente procedencia y trayectoria.  Esto me hizo pensar, días después, en la inmensa suerte que tuve de poder participar en el curso. No todos los días se tiene la oportunidad de compartir tu tiempo con gente que vive con la misma pasión que tú la pintura. Un ejemplo de ello, es que pude conocer a Alfonso del Moral, un pintor muy joven, pero del que, sin embargo, se va a hablar mucho en los próximos años.


El comienzo fue prácticamente una prueba de nivel. Fuimos por los alrededores del río y cada uno debía seleccionar un motivo del paisaje para plasmarlo en el papel. Mientras tanto, Pedro iba acercándose a cada uno, para dar algunas indicaciones sobre lo que estábamos haciendo. Yo seleccioné una montaña que estaba bastante bien iluminada, tenía bastantes contrastes de luces y sombras, por lo que pensé que sería más fácil de llevar a cabo que otros elementos del paisaje. Comencé a pintar con mis pentel de agua (pinceles de tamaño bastante pequeño), dibujando con ellos los detalles que veía. Cuando Pedro se acercó me dijo: "No hagas cositas, haz cosazas", y se marchó a ver a otros compañeros. Tal y como he dicho antes, hace tiempo que estoy retomando la pintura, y cuando lo hago, al tratar de aprovechar los cortos momentos que me deja el día a día, suelo utilizar formatos más pequeños. Pero al cambiar la escala del papel, los pinceles se quedaban cortos, por lo que había que cambiar el concepto y disfrutar del tiempo que podía estar pintando. Así que primera lección: déjate llevar y a lo grande.

En las siguientes sesiones, ya metida en la dinámica del curso, realizamos varios apuntes de desnudos femenino y masculino, éstos fueron el ejercicio para poder enseñarnos como hacer aguadas, como sustraer colores, el uso de las mezclas, combinación de colores estridentes, abstracción, etc. Aprendí a utilizar el misterio, ya que tengo tendencia a ser excesivamente explícita, y a veces, hay que dejar que el que mira un cuadro, entre a descubrir lo que hay en él. 



También, pintamos en un huerto, el río, y varios paisajes a través de los cuales fuimos descubriendo la belleza en los rincones de Blanca. Fue increíble. ¡En esos días, pinté más que en los últimos cinco años!



En una de las sesiones, Pedro Cano nos llevó a su taller, donde nos contó parte de lo vivido a lo largo de toda su carrera. Oyéndole hablar, comprendes que el éxito, no es cosa de un día y que cada paso que des como persona, será un paso que des como artista. Un ejemplo, eran sus cuadernos, llenos de anotaciones sobre viajes a lugares que conocemos a través del cine, pero también llenos de anotaciones sobre un momento cualquiera en un día cualquiera. Un artista, al fin y al cabo, interpreta la realidad y realidades hay tantas como puntos de vista.  Sus cuadernos eran un archivo infinito donde cualquier cosa puede dar lugar a una obra más grande. De aquí, viene la siguiente lección que me llevo del curso: pensar la obra.


Reconozco que a menudo me lanzo a pintar sin estudiar suficientemente el motivo o lo que voy a dejar caer sobre el papel. Pedro nos invitaba a meditar mucho sobre lo que nos disponíamos a hacer. Observar, planificar y cuando esté claro en nuestra cabeza, llevarlo al papel.
 

El último día, se realizó una exposición con los trabajos que hicimos a lo largo del curso, recordando los momentos vividos y comentando lo aprendido a lo largo de la semana. Viendo las fotos de aquella exposición, me siento muy agradecida de haber podido disfrutar de este curso, de haber conocido a Pedro y a mis compañeros y de haber tenido la oportunidad de que los pinceles vuelvan a llenar mis días.



Fotos del curso extraídas de la página de Facebook de la Fundación Pedro Cano

sábado, 6 de agosto de 2016

Cuaderno de Viaje

Es cierto que siempre que tengo oportunidad aprovecho para pintar y, como ya comenté en una entrada anterior, es algo que me he propuesto retomar sí o sí. Por eso, aunque estemos con la atención en otras cosas, hay que estar alerta porque muy a menudo, las oportunidades para hacer algo vienen disfrazadas como si de un carnaval se tratase.


Este año, encontré una de esas oportunidades. Este año, me casé. Una ceremonia, una fiesta y un viaje. De luna de miel, fuimos a Florencia, y el buen humor y la alegría invitaban a pintar. Lejos de mi día a día donde el ordenador es el protagonista, la acuarela, el papel y los pinceles ocuparon varias horas de aquellos días.




En febrero, con un tiempo invernal, tuve todo tipo de luces y colores, así como todo tipo de paisajes. A un día de lluvia, le seguía uno de sol. Plazas abarrotadas de gente y jardines solitarios. Poco a poco, en cada visita, fui haciendo un pequeño cuaderno de viaje que ha servido para mantener más vivo el recuerdo por encima de cualquier fotografía.



Ahora, echándole un vistazo después de unos meses, me doy cuenta de que este cuaderno, lleno de pinceladas apresuradas, ha hecho que la pintura vuelva a mi día a día para no dejarla marchar.

viernes, 8 de julio de 2016

Libros y más libros

En esta entrada, voy a hablar de una parte importante de mi trabajo que es el diseño de catálogos de exposiciones.

En primer lugar, debo decir como amante del arte, me encanta que me lleguen encargos de catálogos de exposiciones. Es un mundo en el que puedes dar rienda suelta a la imaginación y explorar los própios límites, siempre dentro del concepto del artista y respetando su estética.
A simple vista puede parecer fácil la realización de los elementos que componen la publicidad de una exposición: (catálogos, banderolas, invitaciones...) pero en realidad, no se trata de la repetición de un elemento atractivo de forma más o menos estética, sino de que tu trabajo sirva como puente para llegar más rápido al espectador. Para mi, lo más complicado es que se muestre el trabajo del artista lo mejor posible, tienes que ser su altavoz. Por eso hay que reunirse con los artistas o con el comisario de la exposición, para que te aclaren bien los diferentes aspectos de su obra, lo que quieren transmitir, gustos, preferencias, etc. También resulta de utilidad, la lectura de los textos que componen el catálogo, pues la visión de los críticos que escriben suele abrirte otros puntos de vista de la obra que quizá en un primer momento no habías contemplado.
Una vez que tienes claro el concepto queda reflejarlo en el diseño, elegir el papel, las tintas, si llevará efectos especiales, el formato, la encuadernación y un sinfín de detalles que hacen que cuando llegues a tenerlo en las manos te parezca algo único.

En el caso de la exposición "Multiverso, Más allá del silencio" celebrada en el Museo de Bellas Artes de Murcia, se exponía la obra de dos artistas; José Carlos Ñiguez y Enrique Navarro Carretero. El primero es fotógrafo y el segundo pintor, ambos comparten la abstracción como forma de expresión, pero en dos lenguajes diferentes aunque consiguiendo efectos similares. El reto del catálogo estaba en mostrar a cada uno individualmente, pero de forma conjunta. Decidí realizar dos catálogos similares que formaran parte del mismo "universo" y que tuviesen la misma estética. El nexo de los dos era una camisa que los contuviese.




Cada artista tendría su catálogo individual, pero al mismo tiempo, al poner ambos catálogos juntos, uno encima del otro y verlos de forma conjunta, reflejarían el concepto de multiversalidad que querían expresar los artistas con su obra.