miércoles, 18 de junio de 2014

Sueños Bajo Llave

No todo son encargos. A veces, fuera de mi trabajo, me encuentro con oportunidades de experimentar, investigar y, por supuesto, también de divertirme. Se trata de esos casos que son muy particulares, como, por ejemplo, el que os voy a presentar hoy.


Hace un año más o menos, para un regalo de cumpleaños, realicé un trabajo en madera. Muy pocas veces había tenido la oportunidad de hacerlo y lo cierto es que fue muy divertido. Como regalo para esta persona, elegí una caja. Desde hacía tiempo iba buscando una o algo que se le pareciera para guardar una serie de artículos de escritura que tenía repartidos entre cajones y estanterías. Si existiese un catálogo de esos objetos tan particulares, encontraríamos tintas, dos brújulas (una de ellas antigua), sellos de bronce, barras de lacre, plumas de caligrafía, una moneda de un país que ya no existe... El gusto por lo antiguo y lo particular de estos objetos, me condicionó a la hora de pensar en el proyecto. Mirando ese catálogo, uno piensa en aquello como las herramientas que podrían dar forma a nuestros sueños. Sueños que quizá hemos perdido al abandonar la infancia y que de vez en cuando añoramos. Y de esos sueños y de la noche en la que habitan, surgió la imagen para la tapa.


Me costó mucho pero al final, con nogalina, barniz y un pirograbador, convertí una caja de un bazar chino en una escribanía donde los sueños se guardan bajo llave y son vigilados por una rapaz nocturna cuando, cada noche, nos vamos a la cama.


jueves, 5 de junio de 2014

Inauguramos Sección

Pues sí, inauguro sección. Se llama Inclasificables. En esta sección, se muestran algunos encargos fuera de lo que comúnmente suelo realizar: invitaciones de boda, algún diploma, recordatorios de comunión... Cosas que, en muchas ocasiones, me obligan a estrujarme las neuronas más de lo normal por lo peculiar de su naturaleza. Encargos tan peculiares como divertidos.

miércoles, 4 de junio de 2014

O Rosa Bella

La semana pasada, estuve trabajando en el cartel para el último concierto del coro en el que canto. Estos carteles me sirven para probar nuevas ideas ya que tengo total libertad para dejarme llevar por mis manos.  Esta vez, me inspiré en una de las piezas del programa: una declaración de amor.





Quizá se encuentre alejado de otros carteles que he hecho anteriormente y más de uno, en ese sentido, se ha sorprendido por el resultado. La vida no es igual en cada momento. Nos gusta sentirnos cómodos con la idea contraria. Sin embargo, la comodidad a veces se confunde con la pereza. Por eso, en cierta manera, a veces hay que dejar a un lado la memoria.